GUAPETE DELGADITO SIN VELLO EN EL CUERPO CON GANAS DE MAMAR
Al acariciar lo que se podía de sus piernas, me di cuenta de la suavidad de su piel y su tersura, suficientemente firmes sus carnes, sin embargo lo ajustado de su vestido negro le impedía abrirlas para poder llegar con mi mano mas al fondo. Claro que antes debería pasar por el super a adquirir comida, pues tengo la nevera casi vacía. De vez en cuando nuestras miradas se cruzaban, y yo le recorría con mis ojos su cuerpo como si le estuviera lamiendo de arriba abajo. El cachas se me corre en el pecho, luego me tumbo y me pajeo yo sobre mi tripa. Si sauna ni hostias.